Y otro año más que se acaba, otro año que llega a su fin. Otro año que para algunos habrá traído fortuna y para otros, la gran mayoría, habrá pasado sin ton ni son, aportando más bien poquitas cosas. Otro año más con las campanadas de marras y las uvitas a precio de platino. Que podrían cambiarse las puñeteras uvas por polvorones, o por roscos de vino, o mejor aún, por alfajores de almendra que son más típicos de estas fiestas. Y, por supuesto, sería mucho más divertido. Todos podemos imaginarnos al cuñado de turno absolutamente engullipado al segundo polvorón intentando decir “Zaragoza”, con la vena gorda latiéndole en el cuello y poniendo vestido de limpio al pater famili, que precisamente se sentaba frente a él. Eso unido a que las campanadas se den a un ritmo ligeramente más rapidito de lo habitual (ya me gustaría a mí) haría que el comienzo de año en las salas de urgencia de los hospitales sea como El Corte Inglés en las rebajas de enero, todo empetadito de gente, morados como los cardenales y con la carita apretada y congestionada.
¿Quién nos alegrará las campanadas este año? El amigo Ramón García salió escaldado en el 2005 (es que la rima tenía huevos). El 2006 más bien flojito no tuvo consecuencias. El 2007 ni me acuerdo quien fue el famosete de turno que nos “amenizó”, pero casi me la juego a que fue “Empachosa” Igartiburu. Y el 2008 también tiene rima pegadiza, que cada cual busque la que más le guste, pero la que más de moda está tiene que ver con un personajillo Disney.
Es de imaginar que la mayoría tomará las de Villadiego casi nada más terminar las campanitas. Cotillones (con premio), fiestas particulares, fiestas en casa de los amigotes (también con premio), botellonas callejeras, copitas en el centro, todas estas son alternativas válidas como la que más, mucho mejores que quedarse viendo la televisión chusquera que las cadenas nos obligan, casi por cojones, a ver. Y si aun no hay bastante con eso, al día siguiente más de lo mismo, por si alguien se lo perdió. ¿Quién puede olvidar esos “magníficos programas” con gente de la talla de Raphael, el Dúo Dinámico, Camilo Sesto, Bertín Osborne, los del Río, Triana, etc? ¿Es o no es para cortarse las venas?
Yo me resisto a salir por ahí. En la calle, a pasar frío con un cubata en una mano enfundada en un guante de lana, que lo pase su padre. En un cotillón, pagando 60 leros de vellón, para beber garrafón de taberna y asegurar una resaca de cojones al día siguiente, que lo beba su madre. En una fiesta con los “amigos” a los que no ves desde las mismas fechas del año anterior para que te dejen sordo con la música y te cuenten las mismas historias “fantasmas” de siempre, que los escuche su hermana.
En definitiva, uno se vuelve muy burgués y acomodado, y yo, sinceramente, prefiero quedarme en casa o allá donde esté, muy relajadito, haciendo una noche más bien normalita y aburrida, y no convertir la noche del 31 de diciembre en algo “especial” porque en realidad no lo es absolutamente para nada.
No me queda otra cosa que deciros que:¡¡¡¡ FELIZ AÑO 2.008 !!!!
1 comentario:
tio es q lo has bordao el art !!
q arte tienes para contar las cosas, me descojono, toi contigo en todo !!tienes toda la razón, no creo q sea la mejor noche para salir a ningún sitio....pero eso en personas de cierta edad como un servidor tiene un pase, pero un tio como tu, rozando los treinta...mmmm no se yo,
no te estarás haciendo mayor no smaller? jejeje
feliz año !!
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