Capítulo 5: En los vestuarios

Lolo: Por fin, ya tenía yo ganas. Nuestro primer día de gimnasio. Recuerda, Chungo, que hay que tomarse las cosas con calma, nada de empachos el primer día. Algo suavito. Nos buscamos al primer maromo del Sato que esté rondando por allí y le preguntamos que es lo que tenemos que hacer.

Chungo: ¿Maromo? Me imagino que te refieres a los “airgambois” de negro que vimos cuando ese “peaso” de pivón nos enseñó el gimnasio. Lo que terminó de convencerme fue la niña. Que gracia, que arte, que…. Ole.

Lolo: Tienes la ropa preparada ¿me imagino? Ya sabes, camisetita de algodón, pantalones cortos, calcetines y zapatillas deportivas. Ah, y una de recambio para cuando terminemos y nos duchemos.

Chungo: Te la voy a enseñar, “pa” que veas que voy preparado. Mira, esta es la camiseta.

Lolo: Chungo. Esa camiseta tiene unos agujeros sobaqueros por los que cabe tu cabeza. Además ¿de que año es? ¿Cuánto tiempo hace que no se comercializa la Mirinda? Cojones.

Chungo: Vale, vale, ya buscaré otra. Mira, estas son las calzonas y estos los botines.

Lolo: Quillo, no me jodas, que esos son los Hayber Galatea que te regalaron cuando cumpliste los 18. Y esas calzonas, madre del amor hermoso, Chungo. Tú estas fatal. ¿Cómo se te ocurre ponerte eso? Que esos son los pantalones que se ponía Leroy en la serie Fama. Que tú no tienes cuerpo ni “hechuras” para eso.

Chungo: Bueno, bueno. Imagino que tú irás hecho un figurín. Anda, agarra los bártulos y vamos.

Veinte minutos más tarde, en los tornos del gimnasio.

Lolo: Saca el carné y pásalo por el torno. Vamos a la planta baja, a los vestuarios. Hay que cambiarse. Recuerda que la ropa hay que dejarla en la taquilla, no te la puedes subir a las salas con la mochila.

Chungo: Seguro que habrá un huevo de tíos, todos mirándonos, todos en pelotas. Todos con el “mandao” al aire. Joder, menuda papeleta.

Lolo: ¿Desde cuándo eres tú pudoroso? Recuerda que en la mili había 200 tíos en el barracón y en verano dormíais casi todos con el culo al aire. Y allí nadie decía nada y tú el que menos.

Chungo: Ya lo sé, pero aquello era una gran “familia”. Aquí solo te conozco a ti. Y seguro que ahí abajo hay un montón de “telametosexuales”.

Lolo: Metro sexuales, Chungo, se dice metro sexuales y no son peligrosos. Tú mira para otro lado y ya está, asunto solucionado.

En los vestuarios, en la planta baja.

Chungo: Coño, pues sí que hay aquí taquillas. Me voy a quedar con ésta. Ostia, mira que “peazo” de maromo, si tiene músculos hasta en las uñas de los pies. Y mira el pavo ese, si está dándose crema en las piernas como las mujeres, y aquél se está afeitando la cabeza. Mira a ese, vaya pedazo de na…

Lolo: Chungo, Chungo, relájate y habla en voz baja que como te escuchen nos van a linchar. No hagas comentarios. Tú mira y calla. Anda, cámbiate y que no te vean los calcetines que te has traído.

Chungo: El jacuzzi, tío. El jacuzzi está allí arriba. Yo quiero probar ese jacuzzi cuando acabemos. Con las burbujillas rulando por ahí, meneándote los hue…

Lolo: Chungo, tío. Relájate. Todo se andará. Nos meteremos en el jacuzzi, en la sauna, en el baño turco, donde quieras pero … relájate. Estás empezando a ponerme nervioso y todavía no hemos empezado. No quiero imaginarme cuando empieces a ver a las muchachas vestidas con mallas y pantalones ajustados, con esas camisetitas marcando… tú ya me entiendes.

Chungo: Claro que te entiendo. Alegría “pa” mi cuerpo. Vamos “parriba”, que estoy impaciente por ver a las “gachís”. Hoy voy a triunfar, como los toreros, hoy voy a salir por la puerta grande.

Lolo: Seguro, como no salgas por los tornos vas a salir de aquí por los cojones.

Continuará…